Paraguay: aprobación y desarrollo de la soja HB4
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) de Paraguay cuenta con un Programa de Mejoramiento de Soja. La intención es poder brindar, dentro de unos años, la tecnología transgénica necesaria para garantizar cultivos eficientes.
Paraguay fue uno de los primeros países del mundo en aprobar la soja HB4. La nación sudamericana cuenta con su propio centro de investigación en materia de agrobiotecnología. Se encuentra trabajando en unas 6 mil líneas diferentes de soja, entre ellas las que presentan la tecnología transgénica desarrollada por Raquel Chan y su equipo de científicos.
La aprobación de la soja HB4
En noviembre de 2019, Paraguay se sumó a la lista de los países que aprueban el uso de la soja transgénica para siembra, producción y comercialización. Fue en el mismo año en que Brasil dio su visto bueno, por lo que el hecho representó una expansión de esta tecnología a nivel regional.
Al momento de anunciarse la noticia, Paraguay se posicionaba como el cuarto mayor exportador de soja en el mundo. Al respecto se informó que en este país se siembran un promedio de 3,5 millones de hectáreas al año con este cultivo.
Por lo tanto, la novedad también se presentó como significativa a nivel internacional. Permitió que se comenzara a preparar el lanzamiento de la tecnología, pero para que se concretara la misma se debió esperar a la aprobación de China, el principal importador del cultivo en todo el mundo.
Paraguay y la biotecnología agrícola
La aprobación mencionada la dio el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay a través de la Comisión de Bioseguridad Agropecuaria y Forestal. El hecho respondió a dos grandes variables: la novedad que implican los cultivos HB4 y el propio interés del país en la materia.
Héctor Cristaldo es el vicepresidente del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) de Paraguay. En un evento reciente, indicó que los antecedentes de este país en el tema biotecnología se remontan al 2004.
El paralelismo con el caso de Argentina es evidente: el Instituto nació con el objetivo principal de investigar en materia agrícola. Y también con el fin de aplicar los conocimientos obtenidos de manera tal que se logren cultivos y producciones más eficaces.
Simona Cavazzutti es tesorera de Inbio y remarca otra similitud entre los casos de ambos países. En pocas palabras, hizo hincapié en algo que fue fundamental para el desarrollo de la tecnología HB4: se trata de la colaboración entre las esferas público y privada.
En Argentina, Raquel Chan lideró la investigación, pero el desarrollo de la tecnología no hubiese sido posible sin el trabajo en conjunto de varias partes. En concreto, del CONICET, de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral y de la empresa Bioceres.
Inbio y la soja HB4
En febrero de este año, Inbio organizó una jornada de campo que tuvo lugar en el Centro Tecnológico Inbiotec, que es el centro de investigación del instituto.
Alfred Fast, presidente de Inbio, indicó que uno de los objetivos del evento era compartir todo el trabajo que se viene realizando en el marco del Programa de Mejoramiento de Soja.
Declaró asimismo que la intención era la de mostrar a la gente todo lo referido al proceso de selección y creación de los materiales genéticos. Y que por esto se decidió presentar los trabajos que viene desarrollando el instituto.
El futuro de la tecnología transgénica
Fast también declaró que el deseo de Inbio es que, dentro de unos años, se encuentren en condiciones de brindarle a los productores agrícolas una tecnología transgénica que garantice cultivos eficientes.
En la jornada de campo explicó que desde el instituto se encuentran trabajando en un total de 6 mil líneas diferentes de soja. Uno de los eventos desarrollados es el de los genes apilados. Se trata de una tecnología cuyo objetivo es brindar a la planta de soja una mayor resistencia a la roya, enfermedad grave que acelera la defoliación y minimiza su rendimiento.
Entre las líneas mencionadas se encuentran también las que tienen el gen HB4, es decir, la tecnología transgénica desarrollada por la científica argentina Raquel Chan y su equipo de investigadores.
El gen HB4 se está trabajando como una variedad de Sojapar, el material desarrollado por Inbio para aumentar la eficiencia de la planta. Según lo informado por la Unión de Gremios de la Producción de Paraguay, la idea es que esta variedad llegue a los mercados locales e internacionales dentro de 2 años.
Es una prueba más de la aceptación y la expansión que presenta la tecnología HB4 en la región de América Latina. También confirma a Argentina en su lugar de líder en materia de agrobiotecnología.