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Indonesia y el trigo HB4: la historia de una aprobación fundamental

Indonesia y el trigo HB4: la historia de una aprobación fundamental

Indonesia aprobó el trigo HB4 en dos instancias. Primero lo hizo para alimentación, y luego para alimentos y piensos. Su visto bueno definitivo se dio pocos días después que el de Brasil.

La aprobación del trigo HB4 por parte de Indonesia es uno de los grandes pasos que dio la tecnología transgénica en los últimos años. El país del sudeste asiático es el segundo mayor importador de trigo argentino desde el 2016. El visto bueno del evento de Bioceres representa para la nación un gran avance en materia de comercialización. 

Indonesia y el trigo HB4

En marzo de 2023, Indonesia se sumó a la lista de países que dieron su aprobación al trigo HB4. Tras haber reconocido un año antes el evento transgénico para alimentación, la nación asiática dio el visto bueno para alimentos y piensos. Es decir, para consumo humano y de animales.

La noticia fue anunciada por los representantes de Bioceres. Desde la empresa con sede en Rosario, Santa Fe, se remarcó el avance que significa en materia de comercialización.

Indonesia es uno de los mayores consumidores de trigo a nivel mundial. Desde 2016, es el segundo mayor importador de este cultivo en Argentina, justo por detrás de Brasil.

En 2020, el 21,3% de las exportaciones de trigo argentino tuvieron como destinatario a este país.

Además, forma parte del ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), bloque comercial que reúne a los principales compradores de trigo argentino en Asia. 

Esta agrupación se encuentra compuesta también por Bangladesh, Vietnam y Tailandia. Entre todos estos países, importaron 4,2 millones de toneladas del cultivo durante la campaña 2019/2020.

El caso de Brasil

La decisión de Indonesia se dio a conocer unos pocos días después de que Brasil diera su aprobación definitiva. 

En noviembre de 2021, el país sudamericano había anunciado su primer visto bueno basándose en evaluaciones referidas a la salud humana y animal. Pero aún faltaban los estudios centrados en los efectos en el medioambiente. 

La aprobación de Brasil fue fundamental por varios motivos. En primer lugar, fue el segundo país, después de Argentina, en autorizar la siembra de granos transgénicos. 

Este aspecto se destaca aún más si se tiene en cuenta que Brasil y Argentina acumulan el 90% de la superficie de trigo que se cultiva en toda la región de América Latina.

Una aprobación clave

En Argentina se dio un proceso similar al de Brasil: la primera parte de la aprobación tuvo lugar en 2015 y la misma se terminó de concretar en 2020, cuando la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios dio su visto bueno.

Sin embargo, se dejó constancia de que la desregulación para la comercialización dependía de Brasil y China, es decir, los principales importadores de trigo y soja, respectivamente. 

La aprobación de Brasil, entonces, fue clave ya que significó la autorización para comercializar el evento transgénico, tanto a nivel nacional como internacional.

La preocupación por los mercados

En apenas unos días de diferencia, el evento desarrollado por Raquel Chan y su equipo de científicos obtuvo la aprobación de los dos mayores importadores de trigo argentino.

Pero los productores agropecuarios del país manifestaron su preocupación debido a que no son los únicos importadores. En otras palabras, para que la comercialización sea eficaz es necesario prestar atención a cada mercado en particular.

Se hace referencia tanto a los ya existentes como a los potenciales. Al mismo tiempo, se busca reconocer el rol de cada mercado por más que no tenga una dimensión tan relevante como la de Brasil e Indonesia.

La adhesión internacional

El país del sudeste asiático se sumó a la extensa lista de los que ya dieron su aprobación a la tecnología HB4. 

En el caso del trigo, Indonesia se ubica a la par que Brasil, Paraguay, Colombia, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Sudáfrica y Nigeria.

En cuanto a la soja HB4, las naciones que dieron su visto bueno son China, Brasil, Paraguay, Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica.

El evento patentado por Bioceres continúa expandiéndose a lo largo del mundo. De esta manera, los beneficios del cultivo tolerante a las sequías y a los altos niveles de salinidad del suelo llegan a una mayor cantidad de personas.

Con respuestas más favorables a la escasez de agua, la tecnología HB4 genera una mayor producción en condiciones ecosistémicas negativas y garantiza además el abastecimiento de alimentos para una población en constante aumento.