Científicos locales desarrollan una variedad de papa tolerante a la sequía gracias a la edición génica
La nueva variedad de papa mejorada genéticamente permite incrementar el rendimiento del cultivo y también optimizar el uso de los recursos hídricos. Es un desarrollo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria con sede en Balcarce, Buenos Aires.
Argentina se encuentra cerca de sumar un nuevo evento transgénico que presenta una respuesta favorable al estrés hídrico. Investigadores del INTA Balcarce trabajaron con edición génica y lograron desarrollar una variedad de papa que continúa creciendo a pesar de la escasez de agua en el suelo. El proyecto se encuentra en sus primeras instancias y se esperan ensayos en campo durante la próxima campaña.
El problema de la escasez de agua
El estrés hídrico es uno de los mayores problemas que enfrentan los productores agrícolas de Argentina y de tantos otros países del mundo. Optimizar el rendimiento de los cultivos es una necesidad que se presenta en un contexto adverso: a la crisis climática se suma la inseguridad alimentaria generada por el desafío de abastecer a una población en estado de constante crecimiento.
La biotecnología moderna aplicada al mejoramiento de cultivos ofrece soluciones de la mano de las técnicas de ingeniería genética. La tecnología HB4 es uno de los ejemplos más resonantes: desarrollada por Raquel Chan y Bioceres, comprende variedades de trigo y soja resistentes a las sequías y a los altos niveles de salinidad de los suelos.
El evento HB4 fue desarrollado gracias a la transgénesis. En la actualidad, muchos proyectos se encuentran trabajando con una técnica más moderna: la edición génica. Y desde INTA Balcarce, Buenos Aires, se presenta uno de los casos más recientes.
Los beneficios
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con sede en Balcarce, Buenos Aires, acaba de presentar un nuevo OGM: la papa resistente a la sequía.
El cultivo se encuentra en sus primeras instancias de desarrollo, pero ya demostró su funcionamiento: puede continuar con su crecimiento a pesar de no detectar la disponibilidad adecuada de agua en el suelo.
Sergio Feingold es especialista en edición génica y se desempeña como coordinador del programa de Biotecnología del INTA. Respecto al proyecto, informó su potencial para optimizar la producción agrícola en distintos territorios.
También destacó que el evento implica un beneficio para el medioambiente en general, ya que permite hacer un uso más eficaz de un recurso natural tan valioso como el agua.
Las claves del proyecto
El punto de partida de la investigación se halla en la premisa de que las plantas no dejan de crecer por la falta de agua, sino porque se anticipan a una posible escasez de la misma.
Los científicos del INTA Balcarce trabajaron con la variedad Spunta, que es la papa que más se produce en el país para consumo en fresco. Primero inactivaron el gen que se encarga de la anticipación mencionada al estrés hídrico. Y luego se seleccionaron las plantas cuyo crecimiento continuaba cuando la disponibilidad de agua en el suelo bajaba del 50%.
Los resultados en los ensayos controlados fueron sorprendentes. En condiciones de estrés hídrico, la variedad genéticamente modificada superó en rendimiento a la convencional.
Al mismo tiempo, el rendimiento por parte de la papa GM fue igual o superior a la convencional en condiciones favorables de disponibilidad de agua.
Lo que se viene
Cecilia Oneto, Florencia Rey Burusco y Gabriela Massa son miembros del Laboratorio de Agrobiotecnología del INTA Balcarce. Junto a Feingold, las investigadoras compartieron las claves del proyecto y adelantaron cuáles son los pasos a seguir.
Remarcaron que los resultados obtenidos se dieron en ensayos controlados. La próxima instancia consiste en hacer las evaluaciones en campo, acción que tendrá lugar durante la próxima campaña.
Las expectativas son considerables y se espera que los ensayos en campo confirmen la hipótesis ya demostrada en las primeras pruebas.
También se destacaron los efectos beneficiosos que puede generar una óptima utilización del recurso hídrico. La papa resistente a la sequía, en este sentido, ayudaría además a reducir la salinización y la erosión de los suelos.
El nuevo desarrollo a cargo de INTA Balcarce es una de las pruebas más recientes del impacto positivo que genera la biotecnología moderna aplicada al mejoramiento de cultivos. Demuestra además la necesidad de seguir apostando por la investigación científica para lograr una mayor optimización de la producción agropecuaria.