Bolivia plantea la necesidad de aprobar el trigo HB4 tolerante a la sequía
La campaña de verano 2023-2024 de soja registró una pérdida de 800 mil toneladas de grano en comparación al año anterior. Fernando Romero, presidente de Anapo, se refirió a la campaña de invierno y adelantó que se esperan pérdidas de 1,5 millones de toneladas sumando los cultivos de trigo, maíz, chía, sorgo y girasol.
En los últimos meses, representantes del mundo agrícola de Bolivia manifestaron la necesidad de aprobar la tecnología HB4. Primero se dio con la soja y ahora con el trigo. Ambos casos están atravesados por las pérdidas generadas por las sequías en las últimas campañas y por la necesidad de lograr una soberanía alimentaria que represente a su vez un beneficio para la economía.
Una necesidad urgente
El pasado viernes 26 de julio se celebró en Bolivia el Día Nacional del Trigo, jornada que fue creada para incentivar la producción sostenible de este cultivo.
La celebración tuvo lugar en Santa Cruz de la Sierra y reunió a productores agrícolas, técnicos especializados, investigadores y comerciantes, entre otras partes.
El evento estuvo marcado por la difusión de avances pensados para optimizar la producción. Al mismo tiempo, se aprovechó para hablar de la situación actual que se vive en Bolivia respecto a la siembra y comercialización de trigo.
Representantes del rubro expresaron la necesidad de tomar medidas urgentes para aumentar la producción del cultivo. Al respecto, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) indicó que el problema no es actual, ya que tan solo en la última década Bolivia destinó más de mil millones de dólares en importaciones.
Un mensaje para el gobierno
Fernando Romero fue uno de los que tomaron la palabra durante el evento principal. El presidente de Anapo se dirigió de forma directa a las autoridades nacionales y planteó la necesidad de acelerar el proceso de aprobación de la tecnología HB4.
Romero partió del problema que implica la sequía producida por el cambio climático. Recordó que la solicitud oficial para la aprobación de la tecnología HB4 se hizo en septiembre de 2022 ya que entonces ya se sabía que el estrés hídrico era un fenómeno que permanecería en el tiempo.
La máxima autoridad de Anapo lamentó que, a casi 2 años de la solicitud, no haya novedades por parte del Gobierno. Pidió por una aprobación inmediata del trigo HB4 y solicitó que no se hagan más ensayos de evaluación. En este sentido, dio a entender que la documentación presentada contiene la información necesaria. Y puso como ejemplos a Argentina, Brasil y Paraguay, países miembros del Mercosur que ya dieron su visto bueno a los eventos transgénicos.
El caso de la soja
Hace unos meses, el mismo Fernando Romero se había expresado respecto a la necesidad de aprobar la soja HB4. Lo hizo en el marco del desaliento generado por los resultados de la campaña más reciente.
Durante la campaña de verano 2023-2024 de soja en Bolivia se registró una pérdida de 800 mil toneladas de granos en comparación a la del año anterior. La cifra representó una afectación económica de unos 300 millones de dólares.
El principal motivo de la pérdida fue el estrés hídrico: la región del país que concentra el 55% de la siembra de soja padeció la peor sequía de las últimas 3 décadas.
En el marco del Día Nacional del Trigo, Romero se refirió a la reciente campaña de invierno y adelantó que también se sufrirán pérdidas debido a la escasez de agua.
Sumando los cultivos de trigo, maíz, chía, sorgo y girasol, se estima que las pérdidas serán de 1,5 millones de toneladas, siempre en comparación con la temporada anterior.
Un problema mayor
El de las sequías no es el único inconveniente que deben afrontar los productores agrícolas de Bolivia. Durante su discurso, Romero también se refirió a que este año hubo desabastecimiento de diésel, lo que dificultó el óptimo desarrollo de las operaciones.
Luis Fernando Menacho, secretario de Desarrollo Económico del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, habló sobre la necesidad de impulsar el desarrollo tecnológico.
La adopción de eventos como el HB4, resultados de la aplicación de la biotecnología moderna al mejoramiento de cultivos, es una necesidad ante la crisis climática y al mismo tiempo una cuestión de soberanía alimentaria: Bolivia tiene una demanda interna de 800 mil toneladas de trigo y en ninguna campaña reciente se llegó a cubrir ni siquiera un tercio de la misma.