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Soja y trigo HB4: todos los países que aprobaron los cultivos transgénicos

Soja y trigo HB4: todos los países que aprobaron los cultivos transgénicos

Algunos países aprobaron los cultivos para siembra y consumo. Otros, lo hicieron solo para esto último.

La tecnología HB4 recibió la aprobación del gobierno de Argentina en 2015. Desde entonces, distintos países del mundo han dado el visto bueno a los cultivos transgénicos. Brasil y China desempeñaron un papel fundamental debido a que son los mayores importadores de trigo y soja.

La tecnología HB4

Es una innovación única en el mundo y la primera en su tipo en ser desarrollada de manera íntegra en la Argentina.

Nació como una propuesta de investigación de Raquel Chan y su equipo de científicos. El CONICET, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) la hicieron posible en un primer momento.

Pero la tecnología HB4 es resultado del trabajo en conjunto de las esferas pública y privada: Bioceres aportó sus conocimientos y experiencia como compañía y apoyó a los investigadores en materia de pruebas.

Gracias a técnicas de ingeniería genética, se logró implantar un gen del girasol, el HaHB-4, en las plantas de soja y trigo. El resultado es el desarrollo de cultivos transgénicos que brindan una respuesta más favorable a las sequías y a la salinidad del suelo, entre otras cosas.

La aprobación argentina

El primer paso para la inserción de la tecnología HB4 en el mercado se dio en 2015, cuando el entonces Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación dio su aprobación.

En aquella oportunidad, los cultivos transgénicos debieron pasar por la supervisión de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y de la Dirección de Mercados Agrícolas.

Gracias a esta aprobación, Bioceres pudo comenzar a experimentar, a realizar pruebas para medir los resultados del trigo y la soja HB4. También dio inicio a un proceso de importación por parte de otros mercados, aunque con la limitación de no poder comercializar.

El papel de Brasil y China

Para poder comercializar el evento transgénico se debió esperar a que Brasil y China dieran su aprobación, debido a que son los países que más importan trigo y soja de Argentina. 

Brasil primero permitió la comercialización en su país de harina proveniente de trigo transgénico. Tiempo más tarde, a comienzos de 2023, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) dio el visto bueno definitivo para el cultivo HB4.

La aprobación por parte del gigante asiático tuvo lugar en 2022. Significó un gran avance para la comercialización de la soja transgénica y también un importante apoyo a toda la tecnología HB4.

En otras palabras, el hecho de que el gobierno chino maneje normas de calidad muy estrictas cuando se trata de comercio internacional le aporta prestigio al evento desarrollado por Raquel Chan y colaboradores.

Todos los países que aprobaron HB4

Brasil, Estados Unidos y Paraguay fueron de los primeros países en dar el visto bueno a la soja transgénica. Todos lo hicieron en 2019 y pensando en la siembra y consumo del cultivo.

Canadá hizo lo propio en 2021. China y Sudáfrica también lo aprobaron, aunque solo para el consumo.

Algo similar ocurre con el trigo HB4: algunos países dieron el visto bueno para siembra y consumo, mientras que otros lo dieron solo para esto último.

En el primer grupo se encuentran Brasil y Paraguay. El segundo es más numeroso e incluye a Colombia, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Nigeria, Sudáfrica e Indonesia.

El estado actual

La aprobación por parte de China y Brasil fue un proceso que se extendió a lo largo de varios años. Bioceres aprovechó la espera para avanzar en el desarrollo de la tecnología, y lo hizo con ensayos de las variedades existentes y trabajando en otras nuevas.

Parte de los ensayos consistió en la invitación a productores agrícolas de Argentina a sumarse al programa Generación HB4. La idea principal era que pudieran observar de forma directa los beneficios de los cultivos transgénicos.

Pero también se buscó el trabajo en conjunto para generar un stock de semillas transgénicas, con el fin de poder abastecer la demanda una vez que se habilitara el comercio internacional.

La evidencia de los resultados y el abastecimiento de semillas transgénicas son dos factores fundamentales para que la tecnología HB4 se siga expandiendo y ganando adeptos a lo largo del mundo.