Tecnología HB4
HB4: presente y futuro de la tecnología según Matías Kugler

HB4: presente y futuro de la tecnología según Matías Kugler

El representante de la tecnología HB4 plantea la importancia de generar nuevos mercados para el trigo. Una de las claves para esto se encuentra en que el uso del cultivo no se limita solo para lo alimenticio.

Matías Kugler es director de Bioceres y uno de los máximos responsables de la tecnología HB4. Experto en materia de semillas y biotecnología, el ingeniero agrónomo destaca las virtudes de los cultivos transgénicos y remarca la posibilidad que tiene Argentina para posicionarse como líder a nivel mundial en el segmento de mercado.

La voz de un experto

La de Matías Kugler es una de las voces más autorizadas para hablar acerca de la tecnología HB4. Con décadas de experiencia en la industria de semillas y de la biotecnología, el ingeniero agrónomo encabeza Bioceres y se encuentra al mando del evento transgénico.

Surgida a partir de una investigación de Raquel Chan y su equipo de científicos, la tecnología HB4 se destaca por ser la primera de tipo transgénico en ser desarrollada de forma íntegra en el país.

Al mismo tiempo, es la única en el mundo que presenta tolerancia a las sequías y a los altos niveles de salinidad de los suelos en cultivos de trigo y soja. Y sobre todo esto se expresó Kugler en diálogo con la prensa.

Un producto 100% argentino

El director Bioceres destacó que la tecnología HB4 es un producto completamente argentino, y que lo es desde el momento mismo de su concepción.

Recordó que es fruto de la colaboración de las esferas pública y privada. Que el CONICET, la Universidad Nacional del Litoral, el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral y Bioceres unieron fuerzas para hacerlo posible.

Matías Kugler también elogió a Raquel Chan, quien logró identificar el gen que le da a la planta del girasol su reconocida tolerancia a la escasez de agua. Y quien tuvo la idea creativa de implantar el mismo en la soja y el trigo mediante técnicas de ingeniería genética.

El ingeniero agrónomo describió la idea de Chan como disruptiva e indicó que también supuso un avance en lo que es la investigación científica mundial. 

Una alternativa para la crisis

La mayor tolerancia al estrés hídrico hace que los cultivos transgénicos brinden una mayor seguridad a los productores agrícolas de cara a la siembra.

La utilización de soja y trigo HB4 genera una estabilidad de rendimiento para los productores que trabajan en las zonas afectadas por la escasez o la restricción de agua. De acuerdo con Kugler, este fenómeno cambia el mapa de las fronteras agrícolas debido a que zonas que antes no eran aprovechables ahora pasan a serlo.

El director de Bioceres también habló acerca de lo que representa la biotecnología como respuesta a una de las mayores necesidades del mundo: el abastecimiento de alimentos. En este sentido, la optimización de rendimientos genera producción en un contexto de constante crecimiento de la población global.

Los usos del trigo

La mayor producción del cultivo expande las posibilidades de comercialización de varias maneras. Kugler recordó al respecto que el trigo tiene una utilidad que va más allá de lo alimenticio.

Mencionó, por ejemplo, el uso forrajero y el uso para energía. Respecto a este último, explicó que se puede utilizar paja de trigo para generar energía eléctrica en zonas marginales, en las cuales no se puede sembrar en condiciones normales.

Un modelo de bioeconomía

Durante muchos años, la atención por la aprobación de la tecnología transgénica se centró en Argentina y en los países que más importan trigo y soja: Brasil y China, respectivamente.

Muchos productores agrícolas recordaron que los mencionados son los dos mercados más importantes, pero que no son los únicos. Manifestaron entonces una preocupación: la de cuidar los mercados restantes y también los potenciales.

La propuesta de Bioceres se encuentra alineada con la de dichos productores. Kugler se refirió a la necesidad de desregular la comercialización global y de trabajar mercado por mercado. 

Plantea un modelo de bioeconomía que representa una oportunidad única para Argentina: la de posicionarse como líder a nivel mundial en la materia.

Kugler sostiene que el desarrollo continuo de la tecnología es fundamental para esto y que lo mismo ocurre con expandir las oportunidades de comercialización. A modo de ejemplo, menciona la idea de trabajar con mercados que importen trigo para un uso no alimenticio.