Carlos Crocco y la fisiología de las plantas aplicada al mejoramiento de cultivos
En materia de agrobiotecnología moderna, Carlos Crocco emplea técnicas de edición génica: modifica los genes que son propios de las plantas, sin ingresarles nada exógeno.
Carlos Crocco es especialista en Biología Molecular y Fisiología de las plantas. Es cofundador de BEAM CropTech, una startup argentina de biotecnología. Trabaja con técnicas de modificación genética aplicadas para el mejoramiento de cultivos. Representa a un grupo de científicos nacionales que busca optimizar el rendimiento de las plantas para hacer frente a los impactos del cambio climático y a la creciente demanda mundial de alimentos.
Un experto en la materia
Carlos Crocco es Licenciado y Doctor en Ciencias Biológicas egresado de la Universidad de Buenos Aires. Desde el 2005 trabaja en el área de Biología Molecular y Fisiología de las plantas. Sus casi 20 años de experiencia lo vuelven una autoridad en la materia.
Se desempeña como investigador en instituciones como el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA), y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).
También es cofundador y gerente tecnológico de BEAM CropTech, una startup argentina perteneciente al rubro de la agrobiotecnología moderna. Se trata de una compañía que estudia la fotosíntesis de las plantas con el objetivo de mejorar el rendimiento de los cultivos. Y que apela a los métodos de edición génica para optimizar los comportamientos.
La necesidad de optimizar los cultivos
El trabajo de Crocco y colaboradores se da en un contexto de necesidad que no es propio solo de la Argentina, sino que también afecta a numerosos países del mundo.
La idea es desarrollar eventos transgénicos que permitan hacer frente a la crisis climática. En paralelo, se busca resolver la demanda de alimentos que se genera tanto por las condiciones de producción como por el aumento de la población mundial.
Crocco expresa que el objetivo principal es mejorar el rendimiento y la resistencia de los cultivos, desarrollando eventos que sean más resilientes a problemas tales como el estrés hídrico.
Para lograr campañas más óptimas, la clave es que los cultivos puedan crecer y desarrollarse en las condiciones apropiadas en regiones en las que actualmente no pueden hacerlo debido a circunstancias climáticas adversas.
En este sentido, el desafío es doble: se busca mantener y aumentar el rendimiento de las zonas en las que ya se siembra y también poder cultivar en regiones que en la actualidad son marginales.
La fotobiología como alternativa
Crocco es egresado de una institución educativa (UBA) que aportó al mundo una importante cantidad de científicos especializados en fotobiología. Acciones como la fundación de la startup BEAM CropTech responden a la intención de aplicar los conocimientos adquiridos en el ámbito empresarial.
Sus investigaciones se centran en la fotobiología de las plantas desde una perspectiva agrobiotecnológica. Su interés en la materia surgió en 2005, con la curiosidad que le generó el hecho de que los cultivos tuvieran mecanismos de respuestas a la luz que influyen en sus procesos fisiológicos.
La premisa fundamental del trabajo del Doctor en Ciencias Biológicas consiste en que la fotobiología permite mejorar el rendimiento de los cultivos, tarea que se lleva adelante mediante técnicas de edición génica.
Las claves de la fotobiología
En una pieza de comunicación institucional del Rectorado UBA, Carlos Crocco comparte las claves que se refieren a la fotobiología de las plantas.
El investigador explica que las plantas reaccionan con respuestas fisiológicas específicas en función de los distintos matices de luz que reciben. El crecimiento en altura, la inclinación y la floración son algunos ejemplos de estas respuestas.
Ejercer cambios sobre la cantidad y la calidad de la luz que reciben las plantas genera una modificación en dichas respuestas. Es algo que en invernáculos se puede realizar con facilidad mediante luz artificial.
Sin embargo, el campo presenta la dificultad de que no se puede modificar la luz natural sobre millones de hectáreas cultivadas. Es en este punto donde entra en escena la acción de la biotecnología moderna aplicada al mejoramiento de cultivos.
Paso a paso
Lo que se busca es implementar modificaciones genéticas en los cultivos de manera tal que estos hagan un uso más óptimo de la luz solar.
El primer paso consiste en identificar los genes responsables de brindar las respuestas de las plantas a la luz. Una vez seleccionados, se procede a modificarlos con el cuidado de no modificar otros procesos propios del desarrollo de los cultivos.
Esta metodología de trabajo ya ha dado sus resultados. El propio Crocco menciona entre sus logros la identificación y modificación de un gen que permite que las plantas cuenten con una mayor protección respecto a la radiación solar. El descubrimiento fue implementado en distintos cultivos y se comprobó que se incrementa el rendimiento.