Costa Rica y la piña rosada, un desarrollo transgénico que es tendencia
La piña rosada obtiene su característico color gracias al alto contenido de licopeno, un pigmento que también se encuentra en el tomate y la sandía. El evento transgénico a su vez presenta un sabor diferente: es más dulce que las variedades convencionales.
Una empresa de Costa Rica es responsable de uno de los desarrollos transgénicos más destacados de los últimos tiempos en materia de agrobiotecnología. Se trata de la piña rosada, una variedad modificada genéticamente que presenta un contenido elevado de licopeno, un antioxidante natural.
Mejoramiento de cultivos
La biotecnología y las técnicas de ingeniería genética aportan grandes beneficios al sector agrícola. Por un lado, permiten optimizar la producción, desarrollando cultivos que presentan un comportamiento favorable en diversos contextos medioambientales. Es el caso de la tecnología HB4 y la tolerancia a las sequías y a los altos niveles de salinidad de los suelos.
Las herramientas biotecnológicas también permiten mejorar la calidad de los productos cosechados, generando alimentos con mayor cantidad de nutrientes y vitaminas. El arroz dorado de Filipinas es uno de los ejemplos más conocidos de los últimos tiempos.
En lo que se refiere a la mejora de la calidad, existe otro caso reciente que resuena tanto por el desarrollo tecnológico en sí como por la difusión que alcanzó a nivel mundial. Se trata de la piña rosada de Costa Rica.
Una piña rica en antioxidantes
En Argentina es conocido como “ananá rosa”. Es una fruta modificada genéticamente que presenta en su interior un color distinto al amarillo habitual y que brinda a los consumidores una mayor calidad nutricional.
La clave se encuentra en que la variedad transgénica contiene una mayor cantidad de licopeno. Se trata de un pigmento natural que se encuentra presente en muchas frutas y verduras de tonalidades rojas y rosadas, entre ellas las sandías y los tomates. La presencia de altos contenidos en la piña desarrollada es lo que le da su llamativo color rosado.
El licopeno también es un antioxidante natural que se relaciona a la disminución del riesgo de padecer enfermedades crónicas y a la mejora general de la salud cardiovascular.
Además, la piña rosada mantiene todas las propiedades que son propias de la fruta convencional. Es decir, sus nutrientes esenciales, otros antioxidantes naturales y más.
Un proceso largo
El desarrollo transgénico requirió de 17 años de trabajo e investigación. Y demandó una inversión sustancial de 20 millones de dólares.
El punto de partida se dio en 2003, cuando el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Costa Rica dio su autorización para que Fresh del Monte empezara a investigar en sus laboratorios con el objetivo de desarrollar una nueva variedad de piña.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos dio su aprobación al evento transgénico en 2016, al reconocer que es seguro para el consumo humano.
El visto bueno del organismo fue fundamental debido a que el cultivo es producido en Costa Rica y comercializado principalmente en los Estados Unidos, entre otros países.
Finalmente salió al mercado en octubre de 2020. Y Fresh del Monte es quien tiene la patente exclusiva para la siembra, cosecha y comercialización del cultivo.
Las claves del evento
La piña rosada crece en condiciones ecosistémicas muy precisas: solo se cosecha en una finca de Buenos Aires de Puntarenas, a unos 200 kilómetros de San José, la capital de Costa Rica.
La FDA compartió las claves de cómo fue que los investigadores lograron desarrollar el evento. El procedimiento fue complejo ya que se debieron realizar varias acciones en el plano genético.
En primer lugar, se debió sobreexpresar un gen que se encuentra en la misma planta de la piña y otro que se halla en el naranjo dulce.
También se utilizó ARN de interferencia para silenciar los genes de dos enzimas propias de la piña.
El resultado es una variedad de la fruta que presenta las propiedades mencionadas y que también difiere en el sabor: la piña rosada es más dulce que las versiones no transgénicas.
Por lo pronto, se trata de un producto exclusivo. Su precio difiere en función del mercado en el que se comercialice. Sin embargo, cuesta un promedio de 40 dólares la unidad.
Además de Estados Unidos, se puede encontrar en países como Canadá, Emiratos Árabes Unidos, España, Hong Kong, Kuwait y Qatar.