El protagonismo de Latinoamérica en el comercio mundial de cultivos transgénicos
Latinoamérica exporta cultivos transgénicos y productos derivados a un total de 162 países. China es el mayor comprador, y le siguen Vietnam, India, Países Bajos y España.
Latinoamérica ocupa un lugar protagónico en el mercado internacional de cultivos transgénicos. Los países de la región exportaron entre 2020 y 2022 más de 90 mil millones de dólares por año en eventos de este tipo y productos derivados. Se trata de casi el 40% de toda su exportación agroalimentaria. El algodón, el maíz y la soja son los OGMs más comercializados.
Una región protagonista
El Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio) sostiene que la región de América Latina ocupa un lugar destacado en el marco del comercio agroalimentario a nivel mundial.
La influencia parte del desarrollo de eventos transgénicos y de su siembra, cosecha y producción. Una parte de los cultivos es destinada al consumo interno de cada país, y otra es utilizada para exportación.
ArgenBio agrega que Latinoamérica es un protagonista clave en el panorama mundial de comercio con cultivos genéticamente modificados. Al respecto, indica que la región logró ocupar este espacio gracias al crecimiento de las exportaciones de productos derivados de los OGMs.
Los cultivos destacados
Hay distintas variables que se analizan al momento de observar la influencia que ejerce Latinoamérica en el comercio agroalimentario mundial. Una de ellas se refiere a que se toman en cuenta aquellos productos y subproductos provenientes de cultivos transgénicos con un nivel de adopción de al menos 70%.
En este marco, el algodón, el maíz y la soja son de los cultivos que más se exportan a nivel global. Lo mismo ocurre con algunos de los productos que se elaboran con estos, como la harina de soja, el biodiesel y el aceite.
Los cultivos genéticamente modificados que no alcanzan una adopción del 70% también influyen en el rol destacado que tiene la región como exportadora. Incluso se espera que, a futuro, eventos como el trigo, la alfalfa, la caña de azúcar y el poroto se expandan y se consoliden, potenciando aún más la figura de Latinoamérica.
Los beneficios económicos
La producción y comercialización de los cultivos transgénicos y sus derivados por parte de América Latina implica una importante actividad económica.
Se estima que, entre 2020 y 2022, los países latinoamericanos exportaron más de 90 mil millones de dólares por año en productos derivados de eventos transgénicos.
La cifra solo toma en cuenta a los OGM con un nivel de adopción del 70% o más. Y representa casi el 40% del total de la exportación agroalimentaria de la región.
China y los principales importadores
Con datos del proyecto Biotec-LATAM actualizados al mes de septiembre de 2023, ArgenBio informa que Latinoamérica exporta productos derivados de cultivos transgénicos a un total de 162 países.
China es el comprador más importante de esta clase de productos: se ubica en el primer puesto del ranking mundial. Para Bioceres, se trata de un mercado conocido: es el principal importador de soja argentina y requirió de su visto bueno para la comercialización de la soja HB4.
El segundo gran comprador es otro país del continente asiático: Vietnam. En tercer lugar aparece India y luego le siguen Países Bajos y España.
El comercio “interno”
El ranking permite conocer cuáles son los principales mercados en materia de agroalimentación y cultivos GMs. La diversidad de los territorios involucrados, a su vez, da una idea de la amplitud geográfica que cubre Latinoamérica con su producción local.
Pero la exportación de los cultivos no se da solo a países de otros continentes: también se desarrolla una importante actividad a nivel “interno”, es decir, entre cada una de las naciones que integran la región.
Este comercio interno es dinámico y también importante en lo que a volumen se refiere: basta con observar que representa aproximadamente el 10% del total de las exportaciones provenientes de países latinoamericanos.
Abarca por un lado el consumo interno de los países, los productos que las naciones importan para la demanda de sus habitantes y/o de sus animales. Al mismo tiempo, se consideran aquellos casos en los que un territorio exporta sus cultivos para procesarlos en otro y luego reexportarlos a un tercer destino.
Este último caso evidencia el alcance que puede tener Latinoamérica si cada una de sus partes trabajan en conjunto. El comercio interno de la región beneficia a los distintos países involucrados, y es clave para la consolidación de las tecnologías transgénicas.