Tecnología
Generación HB4, una tecnología única en el mundo 

Generación HB4, una tecnología única en el mundo 

La tecnología HB4 ayuda a garantizar la productividad en situaciones de estrés hídrico. Fue aprobada en Argentina en 2015, pero para su comercialización se debió esperar al visto bueno de China y Brasil, los países líderes en importación de soja y trigo.

Generación HB4 se presenta como la única tecnología en el mundo que brinda tolerancia a las sequías en cultivos de soja y trigo. Desarrolladas las semillas transgénicas, Bioceres dedicó años para realizar ensayos con el fin de comprobar la eficacia del evento. Los resultados fueron exitosos y aumentaron las garantías de cara a la comercialización con el exterior.

Un período de ensayos

La tecnología HB4 es resultado de años de investigación. Raquel Chan encabezó el equipo de científicos que marcó el punto de partida a mediados de los años 90, con un estudio centrado en las respuestas de las plantas ante distintas condiciones medioambientales.

El desarrollo se logró gracias al trabajo en conjunto de las esferas pública y privada, representadas ambas por CONICET, por la Universidad Nacional del Litoral y por Bioceres Crop Solutions.

La innovación fue aprobada en Argentina en octubre de 2015 por el entonces Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. El visto bueno se dio luego de la supervisión de agentes como la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Dirección de Mercados Agrícolas.

Sin embargo, Bioceres no pudo comenzar a comercializar la tecnología por un motivo específico: también necesitaba de la aprobación de China y Brasil, los países que más importan soja y trigo a Argentina.

El proceso con ambos países fue arduo y se extendió a lo largo de varios años. Lejos de quedarse en pausa, la compañía con sede en Rosario, Santa Fe, decidió aprovechar el tiempo para experimentar y desarrollar los cultivos transgénicos.

Las variedades probadas

Lo que hizo fue realizar una serie de ensayos en distintas regiones del país para evaluar qué tan buenos eran los resultados de los cultivos y sus respuestas ante las condiciones de estrés hídrico.

Las pruebas en cuestión se centraron en el trigo HB4 y, más específicamente, en dos de las variedades de este cultivo transgénico: Iruya HB4 y Paraná HB4.

El desempeño de las semillas fue el punto de partida. Y los ensayos también sirvieron para que, una vez obtenida la aprobación definitiva por parte de los dos países, la compañía argentina pudiera salir a comercializar la tecnología con argumentos aún más sólidos.

Iruya HB4

Es una de las variedades evaluadas. Se caracteriza por su ciclo intermedio largo con alto potencial de rendimiento y estabilidad en región central.

En marzo de 2023, Bioceres informó que el rendimiento de esta variedad había sido un 8% superior al que se registró en cultivos de trigo en condiciones normales.

La comparación se llevó a cabo con la variedad más sembrada en el país. El rango ambiental fue de los 3000 a los 6000 kilogramos por hectárea.

En total fueron 27 ensayos a lo largo de 3 años e Iruya HB4 se impuso en un total de 19, alcanzando un valor de 70%.

Paraná HB4

Otra de las variedades de trigo transgénico que protagonizaron los ensayos. En su caso, se caracteriza por brindar rendimientos altos y por ofrecer una buena estabilidad en diferentes condiciones ambientales.

Paraná HB4 también se impuso en comparación con la variedad más utilizada en siembras nacionales. Con un rango ambiental de menos de 4000 kg/ha, este trigo transgénico ganó el 83% de los ensayos (10 localidades sobre 12 en un período de 3 años).

La apuesta por más

Bioceres informó en marzo de 2023 que, por entonces, ya eran más de 500 los productores que se sumaron al programa Generación HB4.

La tecnología ya fue aprobada por las dos potencias mundiales mencionadas: China dio el visto bueno a la soja HB4 y Brasil hizo lo propio con el trigo HB4.

Los cultivos transgénicos ya se pueden comercializar tanto a nivel nacional como internacional. Mientras se expande su uso en productores que eligen por la innovación, la tecnología da garantías de una mayor tolerancia a las sequías y se encuentra en desarrollo de nuevas variedades.