Ghana apuesta por la biotecnología moderna y los cultivos transgénicos
Ghana es uno de los pocos países de África que fomenta la comercialización de cultivos transgénicos. Nigeria y Sudáfrica también integran el reducido grupo, y ambos se caracterizan por haber aprobado la tecnología HB4 desarrollada por Bioceres.
Ghana acaba de aprobar un total de 14 cultivos transgénicos, que incluyen 8 variedades de maíz y 6 de soja. Algunos de los objetivos de la medida son optimizar la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria. De esta manera, el país se encuentra a la vanguardia en la región en lo que se refiere a la apuesta por la biotecnología moderna.
Ghana y la comercialización de cultivos GMs
A comienzos de este año, Ghana anunció la aprobación de 14 cultivos genéticamente modificados, que incluyen 8 variedades de maíz y 6 de soja.
El visto bueno lo dio la Autoridad Nacional de Bioseguridad (NBA, por su nombre en inglés) del país. Y habilita la comercialización de los eventos transgénicos mencionados.
El proceso se vio afectado por una solicitud que fue presentada en contra de la NBA con el fin de impedir la aprobación. Sin embargo, el máximo tribunal de derechos humanos de Ghana desestimó el pedido y avaló la decisión del organismo regulatorio.
La apuesta por la biotecnología moderna
La Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio) indica que el hecho marca un punto de inflexión para Ghana, ya que su sector agrícola se encuentra integrando las herramientas de la biotecnología moderna.
Los cultivos aprobados fueron desarrollados con distintos fines. La alimentación de seres humanos y animales son algunos de ellos. Al mismo tiempo, su uso fue pensado para ingredientes industriales.
La apuesta de Ghana por la innovación tecnológica y la adopción de las herramientas de la biotecnología moderna también persigue varios objetivos.
Uno de ellos es la optimización de la producción agrícola. En este sentido, los cultivos transgénicos mejoran el rendimiento de una campaña y permiten hacer frente a amenazas que van desde las sequías hasta las plagas que acechan a las plantas.
Otra de las cuestiones por las que se trabaja es la seguridad alimentaria: campañas más eficientes ofrecen una garantía de abastecimiento de alimentos en un marco de crecimiento poblacional sostenido.
Un país a la vanguardia
En África, Ghana ocupa un lugar de liderazgo en lo que se refiere a la adopción de cultivos transgénicos y utilización de la biotecnología moderna. Las razones responden a la aprobación de eventos como los mencionados y a la cantidad de países que se encuentran en la misma línea.
Agro-Bio afirma que son apenas 5 los países de este continente que presentan una postura de estas características. Y menciona el caso de Nigeria, que hace poco dio el visto bueno para la siembra comercial de 4 variedades de maíz transgénico, siguiendo así los pasos de Sudáfrica.
África y los eventos transgénicos
Hace ya 2 años, Nigeria dio la noticia al aprobar el trigo HB4 para consumo. De forma casi inmediata, Sudáfrica hizo lo mismo con el evento que se caracteriza por su tolerancia a las sequías y a los altos niveles de salinidad de los suelos.
El país del sur del continente africano fue aún más lejos y, meses más tarde, expandió su aprobación al otro evento que integra la tecnología HB4: la soja transgénica.
Ambos casos evidencian el potencial de crecimiento que tiene la tecnología que nació a partir de una investigación encabezada por Raquel Chan. En un plano general, demuestran los beneficios que los cultivos genéticamente modificados tienen para países como los africanos.
La optimización de la producción y la seguridad alimentaria son objetivos y, al mismo tiempo, beneficios. Contar con cultivos eficaces genera a su vez la posibilidad de crecer a nivel económico.
Para Sudáfrica, por ejemplo, el trigo representa el segundo cultivo más importante a nivel de la producción, por detrás del maíz. Optimizar su rendimiento permite satisfacer la demanda interna e incrementar las exportaciones que realiza a países como Zimbabue, Zambia y Namibia.
En resumen, los cultivos transgénicos también posibilitan una expansión comercial. Países como Ghana, que aprueba distintas variedades y apuesta por la biotecnología moderna, encuentran así un camino para ingresar a un mercado mundial en estado de expansión.