La tecnología HB4 y la salinidad del suelo
La salinidad del suelo es una grave problemática para la producción agrícola. Refiere a una acumulación excesiva de sales solubles en agua e impide que las plantas absorban líquidos y se desarrollen de forma óptima.
La tecnología HB4 es conocida ante todo por el desarrollo de cultivos de soja y trigo tolerantes a las sequías. Sin embargo, las semillas transgénicas también aportan otros beneficios: son más resistentes a la salinidad del suelo y a la amenaza de los insectos.
Una solución a las sequías
La tecnología HB4 fue desarrollada a partir de una investigación que tuvo su punto de partida a mediados de los años 90. Raquel Chan encabezó un equipo de científicos que se propuso estudiar la manera en que las plantas responden ante fenómenos del medioambiente.
Eligieron como modelo al girasol debido a la mayor adaptación al medioambiente que tiene esta planta en comparación a otras. Luego lograron identificar el gen HaHB-4, que es el responsable de brindarle a esta especie su particular tolerancia a la falta de agua.
Con técnicas de ingeniería genética, implantaron el gen en soja y trigo. El resultado fue el desarrollo de cultivos transgénicos que responden de forma más favorable a la falta de agua.
Los beneficios de HB4
La respuesta positiva al estrés hídrico es la principal solución que aporta la tecnología transgénica. Pero no es la única: los cultivos de trigo y soja HB4 también presentan otros diferenciales que permiten optimizar la producción agrícola.
Pablo Andrés Manavella es Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional del Litoral y dedicó su tesis al estudio del gen HaHB-4.
En su trabajo académico indica que la expresión del gen en cuestión regula distintos factores externos, entre ellos la disponibilidad de agua, la salinidad del suelo y el ácido abscísico.
También aclara que el HaHB-4 genera un efecto singular en la planta del girasol, que consiste en una respuesta positiva ante la amenaza de insectos y la producción de heridas mecánicas.
¿Qué es la salinidad del suelo?
Es un concepto que, en primer lugar, hace referencia al contenido salino que se encuentra en un terreno determinado. El mismo puede medirse en distintos niveles y no necesariamente se vincula a efectos adversos.
En el marco de las problemáticas ambientales que más preocupan en la actualidad, la salinidad del suelo indica una acumulación excesiva de sales solubles en agua.
Se trata de un fenómeno que repercute de muy mala manera en el desarrollo de la vegetación. Lo que hace es degradar la tierra alterando la absorción de agua.
En otras palabras, no importa si en las tierras hay agua suficiente para que las plantas crezcan en condiciones óptimas. Un alto nivel de salinidad en el suelo genera que las distintas especies no puedan absorber el líquido en cuestión. Y, por lo tanto, que no puedan desarrollarse.
¿Cuáles son las causas?
Son numerosas y se producen tanto por efecto de la naturaleza como de la acción del ser humano.
La sequedad del clima y la escasez de precipitaciones es una de las causas, ya que la falta de agua genera que no se elimine el exceso de sales.
Lo mismo ocurre con los encharcamientos y los drenajes defectuosos, que impiden que las sales sean arrastradas. El riego con agua rica en sales es otra de las tantas causas, y también una de las más comunes.
Una problemática a afrontar
La salinidad del suelo genera estrés osmótico en las plantas, que es la incapacidad de absorber el agua del terreno.
No significa que ninguna planta pueda crecer en los suelos en cuestión. No obstante, solo lo hacen aquellas especies que toleran los altos niveles de salinidad.
En 2018, la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) difundió un informe en el que, entre otras cosas, indica que la degradación de los suelos es una de las principales causas del cambio climático.
También comunicó que, a nivel mundial, más de 2500 millones de acres padecen los impactos de la salinización del suelo. La cifra equivale a poco más de 1 millón de hectáreas.
Las consecuencias
El hecho de que las plantas no puedan desarrollarse de manera óptima implica una menor productividad agrícola. La menor producción, a su vez, genera pérdidas económicas y desabastecimiento de alimentos, entre otras cosas.
En este contexto, la tecnología HB4 se presenta como una propuesta para optimizar la producción agrícola en condiciones adversas, como es el caso de los terrenos afectados por sequías y altos niveles de salinidad.