Lo que se viene: todo sobre los cultivos transgénicos en desarrollo
El desarrollo de cultivos transgénicos se divide, a grandes rasgos, en cuatro instancias: trabajo en laboratorio, ensayos en campo, evaluación y aprobación por parte de los organismos regulatorios, y lanzamiento al mercado.
Los cultivos transgénicos conocidos representan apenas una pequeña parte de todos los que se encuentran en estado de desarrollo. La biotecnología trabaja para lograr eventos que optimicen la producción agrícola y también para mejorar la calidad de los productos cosechados. Los procesos son complejos y requieren de muchos años de experimentación y evaluación.
Cultivos Transgénicos: Presente y futuro
La aparición de la biotecnología moderna en la década de 1980 hizo posible el desarrollo de los cultivos transgénicos. Mediante técnicas de ingeniería genética, comenzaron a producirse plantas que presentan una respuesta favorable a distintos factores.
La tradición de estos cultivos en Argentina tiene más de 25 años. Y encuentra su máxima expresión en la tecnología HB4, comprendida por la soja HB4 y el trigo HB4 tolerantes a las sequías y a los altos niveles de salinidad de los suelos.
No son los únicos OGMs (Organismos Genéticamente Modificados) que se encuentran en el ámbito de la producción agrícola. Argentina ya trabaja con cultivos transgénicos como el maíz, el algodón y la alfalfa, además de los mencionados.
Al mismo tiempo, se trabaja en el desarrollo de nuevos cultivos. Y los proyectos que existen, tanto en el país como a nivel internacional, son numerosos.
Mejoras en agronomía y calidad
El desarrollo de un cultivo transgénico puede llevar décadas de trabajo. La tecnología HB4, por ejemplo, nació a partir de una investigación encabezada por Raquel Chan a mediados de los años 90, y recibió la aprobación definitiva en el país recién en 2020.
Todos los eventos lanzados representan un pequeño porcentaje si se considera también a todos aquellos OGMs que aún se encuentran en estado de desarrollo.
El Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio) expresa que los trabajos que se están realizando persiguen distintos objetivos. Dos de los principales consisten en obtener mejoras en materia de agronomía y en la calidad de los cultivos.
Soluciones para la producción agrícola
Los cultivos transgénicos son desarrollados en buena medida para hacer frente a diversas amenazas que afectan o ponen en riesgo a la producción. Es el caso del estrés hídrico, de las plagas de insectos y mucho más.
ArgenBio comparte que en la actualidad se están desarrollando cultivos transgénicos centrados en obtener una mayor:
- Tolerancia a las sequías (trigo, soja, arroz, papa, alfalfa y remolacha azucarera).
- Tolerancia a las heladas (maíz, arroz, papa, canola, tomate y alfalfa).
- Tolerancia a herbicidas (trigo, papa, arroz, tomate y caña de azúcar).
- Resistencia a insectos (papa, tomate, arroz, brócoli, manzana, sorgo y repollo).
- Resistencia a hongos (arroz, banana, frutilla, manzana, tomate, trigo, vid, pasturas y soja).
- Resistencia a bacterias (arroz, papa, caña de azúcar).
- Resistencia a virus (ají, banana, batata, caña de azúcar, cáñamo, cítricos, maíz, mandioca, maní, melón, papa, poroto, repollo, tomate, trigo, vid y zuchini).
- Eficiencia a uso de nutrientes (arroz).
Las mejoras en la calidad
El tipo de cultivos recién mencionado se presenta como una garantía para los productores agrícolas. Esta clase de eventos transgénicos permite optimizar la producción y brinda beneficios ante todo cuantitativos.
La biotecnología moderna también busca generar modificaciones específicas en los cultivos con el fin de optimizar su calidad. Se trabaja, por ejemplo, en el desarrollo de frutas y verduras de maduración más lenta, lo que implica un beneficio para toda la cadena industrial.
Las técnicas de ingeniería genética también se aplican en las plantas para generar alimentos más sanos: con más nutrientes, mayor presencia de vitaminas y demás.
Existen varios casos recientes que se destacan a nivel mundial. Uno de ellos es el desarrollo del arroz dorado en Filipinas, que produce beta caroteno (un pigmento que en el cuerpo humano se convierte en vitamina A).
Así es el proceso de desarrollo de los Cultivos Transgénicos
La generación de un cultivo transgénico se extiende a lo largo de muchos años debido a lo complejo de la tarea y a la cantidad de etapas que se deben atravesar.
El primer paso se da en el laboratorio, donde se llevan a cabo tareas como la extracción de genes de una planta y la implantación de los mismos en otro cultivo.
Luego se realizan ensayos en campo para observar su rendimiento y el comportamiento de sus nuevas características. Aprobado en su parte científica, el evento pasa a depender del visto bueno de las autoridades nacionales.
En Argentina, la aprobación se da en tres instancias. Se evalúa el impacto que el evento transgénico genera en el medioambiente, en la salud de las personas y los animales, y en el mercado.
El lanzamiento definitivo se produce cuando el cultivo es aprobado para siembra, consumo y comercialización. Pero el proceso muchas veces continúa: basta con observar el caso de la tecnología HB4, que sigue trabajando en la optimización de sus variedades existentes y en el desarrollo de otras nuevas.