Trigo HB4: la experiencia de un productor
Además de reconocer las virtudes de los cultivos transgénicos, el trabajo del productor Guillermo Irastorza permitió multiplicar la cantidad de semillas de trigo HB4.
El trigo HB4 contó con el apoyo temprano de varios productores del país, entre ellos Guillermo Irastorza. Su trabajo fue fundamental debido a que ensayó con el cultivo transgénico en una zona semiárida: la del sudeste de la provincia de Buenos Aires. En declaraciones con la prensa, reveló que no visualiza un futuro sin el uso del evento de Bioceres.
La palabra de un experto
A comienzos de 2023, Bioceres organizó un evento para presentar los resultados de una serie de pruebas. Las mismas fueron realizadas para medir la eficacia del trigo HB4, uno de los cultivos transgénicos desarrollados por la compañía y por el equipo de científicos encabezado por Raquel Chan.
Guillermo Irastorza fue uno de los participantes de la presentación. El productor se sumó para compartir su experiencia con el evento transgénico y dio cuentas de los buenos resultados obtenidos con los ensayos.
Es productor de la región sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Su desempeño tiene lugar en la zona que se encuentra entre Bahía Blanca y Coronel Dorrego.
Experto en materia de trigo, Irastorza siguió de cerca el desarrollo de la tecnología HB4 desde los primeros tiempos. Es decir, desde que se obtuvo la aprobación del gobierno nacional en 2015.
Antes de los ensayos
Ya en 2019, el productor se había expresado acerca del trigo HB4 en una entrevista. En aquel momento, enfatizó primero en lo mala que había resultado la campaña de aquel año debido al estrés hídrico.
Irastorza remarcó que la falta de agua y la presencia de malezas son dos problemas importantes en la zona en la que trabaja. Dijo que la región siempre es compleja en materia de lluvias, pero que en 2019 la falta había sido más pronunciada.
Consultado sobre el evento transgénico, se mostró muy sorprendido. Expresó que para él implicaba una revolución en materia de rendimiento y afirmó que la tecnología era más innovadora que otras similares.
La experiencia directa
Dos años después, Irastorza volvió a hablar con la prensa y compartió más claves sobre su acercamiento al trigo HB4.
En primer lugar, recordó cuando el productor Hugo Ghio lo invitó a su campo para observar de manera directa la experiencia HB4 que allí se estaba llevando a cabo.
Irastorza fue testigo de la comparativa entre los trigos. También recibió luego los resultados finales de dicha experiencia. Sin embargo, remarcó que la zona en cuestión (el centro del país) no era tan árida como para evaluar con mayor precisión la tolerancia a la falta de agua. Y así fue como aceptó la invitación a realizar un ensayo en sus tierras.
Su propia comparativa
El contrato con Bioceres abarcó un total de 1200 hectáreas y se implementó bajo un control sumamente estricto. Los resultados fueron mejores de lo esperado e Irastorza una vez más quedó asombrado ante las virtudes del cultivo transgénico.
Él mismo expresó que nunca en su vida, en sus casi 50 años de experiencia en la materia, había visto una planicie de trigo tan pareja. También reveló su sorpresa ante el hecho de que los toscales dieran cosecha. Y que no encontró ni una sola hoja de planta enferma.
Un aporte importante
La tecnología HB4 recibió la primera aprobación por parte del gobierno de Argentina en 2015. Sin embargo, para la comercialización con el exterior se debió esperar el visto bueno de China y Brasil, los países que más importan soja y trigo respectivamente.
Mientras se esperaba por la aprobación, Bioceres aprovechó para seguir ensayando con la tecnología y trabajando en nuevas variedades. También invitó a productores a sumarse al programa Generación HB4, entre otras cosas para que observaran sus resultados.
Pero la idea también fue la de establecer contratos con los productores para multiplicar las semillas transgénicas. En otras palabras, lo que se buscó en paralelo a los ensayos fue incrementar el stock.
De esta forma, una vez que se obtuvieran las aprobaciones comerciales, se tendría la cantidad de semillas suficientes para satisfacer la demanda. Y el productor Guillermo Irastorza cumplió un rol fundamental en esta tarea.