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Trigo HB4: las repercusiones de la aprobación de Brasil

Trigo HB4: las repercusiones de la aprobación de Brasil

Brasil primero aprobó la comercialización de harina proveniente de trigo transgénico. Lo hizo tras comprobar que no implica riesgos para la salud humana y animal. Luego dio el visto bueno para siembra y producción del cultivo HB4 al registrar que tampoco genera efectos negativos para el medioambiente.

En noviembre de 2021, Brasil dio la primera parte de su aprobación al trigo HB4 a través de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio). Representantes de Bioceres, productores agrícolas y destacados científicos argentinos se manifestaron al respecto y expresaron su satisfacción por la noticia.

Un paso fundamental

La aprobación del trigo transgénico por parte de Brasil marcó un antes y un después para la tecnología HB4. Como el país sudamericano es el principal importador del cultivo argentino, Bioceres dependía de su visto bueno para poder comercializarlo tanto a nivel nacional como internacional.

La aceptación se dio a través de dos instancias. La primera tuvo lugar en noviembre de 2021, y lo que se habilitó fue la comercialización de harina producida con trigo HB4.

La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad de Brasil (CTNBio) dio el visto bueno entonces tras realizar dos evaluaciones del evento transgénico: una vinculada a los efectos en la salud humana y otra a los riesgos en la salud animal.

Para la aprobación completa, era necesaria una evaluación referida a los efectos de la tecnología HB4 en el medioambiente. CTNBio se manifestó al respecto en marzo de 2023 y dio su aceptación integral al trigo transgénico, habilitándolo para siembra, producción y comercialización.

El orgullo de Bioceres

Si bien el visto bueno no fue completo, el apoyo en primera instancia sentó un buen precedente para el evento transgénico. Y así se encargaron de hacerlo saber algunos de los protagonistas del proyecto que surgió como una investigación encabezada por Raquel Chan a mediados de los años 90.

Primero se manifestó Bioceres como compañía. La empresa con sede en Rosario, Santa Fe, remarcó que la tecnología HB4 es un desarrollo 100% argentino y que era un orgullo llevar la ciencia nacional a todo el mundo.

También recordó todas las partes que formaron parte del proceso. Destacó el trabajo de Raquel Chan y de todos los colaboradores del CONICET, de la Universidad Nacional del Litoral y del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral.

Por último, agradeció a Grupo Florimond Desprez y a TMG, dos de las empresas socias de la compañía.

A la vanguardia mundial

Marcelo Carrique, el presidente de Bioceres, abrió el panorama y expresó que la aprobación del trigo transgénico por parte de Brasil no solo era mérito de Bioceres: también era un logro de la agricultura nacional.

También habló de lo que significa la tecnología HB4 en materia de desarrollo científico. La calificó de disruptiva e indicó que, gracias a la misma, Argentina pasó a estar a la vanguardia mundial.

Gustavo Grobocopatel, por su parte, habló desde su lugar como uno de los fundadores de Bioceres. Expresó que, en su opinión, el desarrollo del evento transgénico era una muestra de liderazgo. Y que para esto no basta con disponer de tecnología, sino que además hay que adoptar una posición de toma de riesgos.

Rendimientos más eficaces

Grobocopatel aprovechó para resumir las virtudes del trigo y la soja HB4. Enfatizó el hecho de que los cultivos optimizan la producción en condiciones de estrés hídrico y también en terrenos sin sequías.

Sobre esto profundizó Dolores Sastre, productora de la provincia de Buenos Aires y una de las primeras del ámbito en adoptar la novedad. Dijo que la tecnología HB4 es ideal para aquellas zonas en las que el recurso hídrico es escaso. Y que, en este sentido, representa un seguro para tener una producción óptima y eficiente. 

Miembros de la comunidad científica argentina también celebraron la noticia de la aprobación de Brasil. El bioquímico Néstor Carrillo fue uno de ellos.

El investigador superior del CONICET trabaja, al igual que Raquel Chan, en el estudio de cómo las plantas responden a distintas condiciones medioambientales. Y recordó que fue testigo de la génesis del descubrimiento que dio origen a la tecnología.

Por último, Fernando Stefani, investigador principal del CONICET, sostuvo que el caso de la tecnología HB4 debe servir como ejemplo para impulsar nuevas investigaciones que lleven a desarrollos innovadores.